Desde el jueves 30 de mayo de 2024, otro compañero anarquista se encuentra encerrado en las prisiones del Estado. Abel estaba a la espera de la respuesta del Tribunal Supremo sobre el recurso a una condena de 3 años y 9 meses de prisión por un delito de lesiones con agravante de odio. El origen de su caso se remonta a 2018, cuando después de una manifestación antifascista contra JUSAPOL, un nazi que llevaba la camiseta de Arjuna, un grupo de música RAC (Rock Against Comunism), cayó por las escaleras del metro de Urquinaona. Desde entonces se enfrentaba a una fuerte pena de prisión y a pagar una indemnización de más de 10.000 euros.
Durante todo este proceso, que ha durado más de 5 años, desde el Grupo de Apoyo hemos señalado a los culpables de lo que ya es la sentencia firme. Por un lado, a la asociación de extrema derecha de Policía Nacional y Guardia Civil llamada JUSAPOL, convocantes del acto que en octubre de 2018 pretendía premiar a los cuerpos y fuerzas de seguridad por haber reprimido en el 1 de Octubre. Por otro lado, señalamos a los Mossos d’Esquadra, la Fiscalía y a la jueza, encargados de orquestar esta causa, utilizando con la máxima contundencia todas las herramientas que tienen a su alcance. Destacamos, entre las utilizadas, la persecución política contra el compañero por el hecho de ser identificado en los ficheros policiales como anarquista, motivo por el cual se justifica según el aparato judicial el delito de odio contra la agresión a un fascista. Finalmente, destacamos el papel que Prosegur (la empresa de seguridad privada del metro) ha tenido en el juicio magnificando el relato que ha llevado a la condena del compañero.
Las prisiones del territorio ocupado por el Estado español, cuenta una vez más con otro preso Anarquista, otro preso por luchar, otro preso que se añade a la larga lista de los que se encuentran cumpliendo condena por no claudicar frente al Poder. Todo eso el mismo día que se votaba en el Congreso la Ley de Amnistía: un lavado de cara para invisibilizar el verdadero carácter represivo del Estado. Pero la tristeza que sentimos no nos hará retroceder, porque sabemos mejor que nadie que la lucha no se acaba a pesar del lado del muro en el que te sitúe el sistema.
Actualmente, Abel se encuentra secuestrado en el C.P. de Brians 2 (Sant Esteve Sesrovires) y trabajamos para cubrir sus necesidades más inmediatas y cuidar de él y de su entorno. Por eso, el domingo 9 de junio a las 11h saldremos en marcha desde la Estación de Renfe de Martorell para hacerle sentir nuestro apoyo, demostrarle que no está solo y filtrar nuestro calor a través de las rejas. Por eso, anticipamos que el 22 de junio, volveremos a salir a las calles, porque nos sobran los motivos, porque el único lenguaje que entiende el Poder es el del conflicto. Desde hoy hasta el final, en cada grito y cada chispa, en cada acto y cada acción, AMOR POR LA ANARQUÍA I ODIO A LA REPRESIÓN.
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